Provisión de bienestar social
Los bienes y servicios de bienestar social de Noruega son universales. Es decir, que todos tienen derecho a beneficiarse de ellos.
Aunque el acceso a las prestaciones de bienestar social sea universal, no es la intención que todos los ciudadanos hagan uso de todas ellas.
Hay algunas prestaciones de bienestar social de las que nos beneficiamos todos durante largos periodos en el curso de la vida. Todos los niños y los jóvenes de Noruega tienen actualmente derecho y deber de completar diez años de escolaridad, y la mayoría de nosotros cursa también la secundaria postobligatoria. Y muchos de nosotros tendremos la suerte de alcanzar la edad suficiente para disfrutar de la jubilación.
De otros servicios sociales nos beneficiamos quizás una o varias veces en toda la vida. En Noruega es gratuito el ingreso y tratamiento en el hospital, pero tenemos que pagar una cuota por la visita al médico.
Otras prestaciones están concebidas para ayudarnos en periodos difíciles de la vida; por ejemplo, en caso de desempleo o de baja por enfermedad. La ayuda económica que recibimos en estos casos se considera una asistencia temporal, hasta que la vida sea fácil de nuevo.
Noruega,
al ser una zona tan fría del planeta, es difícil poder cultivar. De
hecho, no hay ninguna zona del país en la que se puede cultivar todo
el año. La extensión de Noruega es un 65% la de España, y su
producción agraria no alcanza el 15% de la de nuestro país. El
sector primario produce un 2% del PIB de Noruega.
Noruega
es históricamente y tradicionalmente un país de grajas, gracias a
que su población sobrevivía, incluso aveces en lugares en lugares
casi inaccesibles. Noruega, para defender sus tradiciones, realiza
fuertes subvenciones a las pequeñas explotaciones, para que no
desaparezcan las zonas rurales, ya que por el clima combiene más
vivir en las ciudades.
Las
únicas producciones son de cereales (trigo, centeno, cebada,
avena...), además de patatas, manzanas y algunos cultivoss de
invernadero (tomate) de muy escasa importancia económica.
La
ganadería cubre una buena parte del consumo del país. Los censos
indican la existencia de 950.000 cabazas de bovino, 1.000.000 de
ovino y 100.000 de porciono.
La
pesca ha sido también una actividad adicional. La piscicultura
produce unas 600.000 de toneladas.
La
minería aporta solo un 0,39% del PIB y se ha producido una
disminución importante en la extracción de pirita y piedra.
La
economía depende extremadamente de la extracción de petroleo y gas
natural.
En
los últimos años, Noruega ha perdido mucha competitividad en buen
número de sectores industriales
debido a sus altísimos costes laborales, y a la fortaleza de su
moneda. Ello ha generado
una crisis importante en sectores en los que en algún momento ha
gozado de cierto liderazgo,
entre ellos las muchas especialidades relacionadas con la
construcción y equipamiento
de infraestructuras para la explotación y transformación de
hidrocarburos, y en la
El
mayor sector industrial noruego es el metal-mecánico, subsidiario,
como decimos, al sector de hidrocarburos
y al de producción de energía hidroeléctrica. Aunque existen
algunas
manufacturas
no relacionadas con los hidrocarburos, como son la producción de
componentes para
automoción, o el material de defensa, el grueso del sector está
constituido por una gran variedad
de especialidades que van desde la construcción de instalaciones de
prospección, extracción
y tratamiento de petróleo y gas, tanto off-shore como en tierra
firme, hasta sus componentes
y recambios.
La
construcción naval, que tuvo su preponderancia años atrás, está
reducida a la construcción de
barcos pequeños y medianos muy especializados (normalmente el casco
se encarga en otro país)
como los transportes de productos químicos, frigoríficos, etc.; así
como pequeños barcos de
pasajeros de alta velocidad.
La
industria alimentaria transforma los productos agrícolas y, sobre
todo, de la pesca; y está orientada
principalmente al mercado interior.
La
primera transformación de los metales se ve favorecida por la
abundancia de energía eléctrica,
de forma que Noruega es un importante producto de aluminio (primer
productor
europeo)
y ferro-aleaciones (ferrosilicona, de la que Noruega es uno de los
principales productores
mundiales).
El
papel y la pasta de papel han sido también sectores tradicionales.
El primero, también favorecido
por la abundancia de electricidad, está muy orientado a la
exportación. El sector químico engloba una gran diversidad de
productos, como farmacéuticos, gases
industriales
y plásticos. Por su parte, el refinado de petróleo se realiza en
dos refinerías que producen
toda la gama de subproductos, ligeros y pesados, así como carbón de
cock para la
industria
del aluminio. El sector secundario ocupa el 37,4% del PIB de país.
La
economía noruega está fuertemente terciarizada, siendo los
servicios el principal contribuyente
al PIB, del orden del 60 por ciento (contando con los servicios
públicos).
Hay
que citar en este sentido la importante flota mercante noruega, la
tercera del mundo y que supone
el 10 por ciento del tonelaje global, y es especialmente activa en
petroleros, graneleros,
barcos
para el transporte de productos químicos y gas, y también en el
transporte de pasajeros y en
barcos-cruceros . De todos los países navieros, Noruega es el que
tiene la mayor proporción de
buques con su propia bandera.
La
importancia del sector se extiende a buen número de empresas
especializadas, como financieras,
seguros, etc., además de los ya comentados sectores industriales
relacionados.
Es
importante, a la escala del país, el sector de viajes, tanto al
exterior como el turismo doméstico.
Los noruegos viajan con mucha frecuencia al extranjero, y ello
promueve la creación
de
empresas como agencias de viajes, líneas aéreas, o empresas de
seguros de viaje. También los
noruegos viajan con mucha frecuencia por el interior de su país; y
cada vez más extranjeros
descubren
las indudables bellezas paisajísticas, sobre todo las costas del
oeste y norte del país. Ello
ha desarrollado un buen número de subsectores relacionados
(hostelería, restauración, ocio,
transporte,
etc.) aunque, por supuesto, están muy lejos del gigantismo de
nuestra industria